A falta de pocas horas para que Marijaia se asome al balcón del Arriaga avisando de una nueva Aste Nagusia, todos esperamos unas fiestas respetuosas. Respetuosas con cada uno de los vecinos y vecinas, sin exclusión, y con los visitantes, vengan de donde vengan. Y respetuosas con nuestra villa para que esta luzca limpia como se merece. Con el respeto debido, el éxito de Aste Nagusia está garantizado. Piénsalo antes de actuar.