Hoy se cumplen 85 años del Bombardeo de Gernika. Fue un lunes de 1937 cuando la Legión Cóndor de la Alemania nazi y la Aviación Legionaria de la Italia fascista de Mussolini arrasaban el pueblo vizcaino de Gernika. Era un día de mercado. Las bombas devastaron por completo el lugar en lo que se considera por la táctica empleada un ensayo de la II Guerra Mundial. El bombardeo duró más de 3 horas. En cada oleada actuaban, entre bombarderos y cazas, de 15 a 20 aviones. La táctica utilizada era la de arrojar primero bombas rompedoras ordinarias, luego racimos de bombas pequeñas incendiarias y a la vez ametrallar al personal que estaba al descubierto. En total se estima que se lanzaron sobre Gernika más de 30 toneladas de bombas. En torno al 85% de los edificios quedaron destruidos por completo y el resto parcialmente afectados. Se generaron 60.000 metros cúbicos de escombros. Nunca ha existido una cifra fiable y concreta de fallecidos. El Gobierno vasco registró 1.654 muertos y 889 heridos. El entonces alcalde de Gernika, José de Labauria, cifra el número de fallecidos en más de mil. Las últimas indagaciones los rebajarían a 654. Historiadores señalan al respecto de esta menor cantidad que podría deberse a que la gente se refugió en el monte. El régimen de Franco nunca registró ninguna muerte. El mismo dictador jamás reconoció en público que el ejército alemán fuera el responsable de la masacre. Sin embargo, Alemania en 1998 a través de su órgano soberano el Bundestag pidió disculpas de manera oficial al pueblo de Gernika, fundando una asociación que trabajara contra el olvido de este brutal ataque. Picasso en 1937 pintaba uno de los cuadros más célebres del siglo XX, el Guernica, que se convertiría en todo un grito antibelicista. La obra le fue encargada al autor por el gobierno de la II República para ser expuesta en la Expo de París. Al contemplar el cuadro un oficial nazi le preguntó a Picasso: "¿Eso lo ha hecho usted?", a lo que respondió el pintor: "No, eso lo habéis hecho vosotros".