No acierto a comprender las leyes de este país de pandereta, donde el delincuente tiene todas las garantías de la ley y el ciudadano honesto ninguna. Me remito a los hechos acaecidos en una vivienda de Portugalete, donde una delincuente habitual con antecedentes ha okupado la vivienda propiedad de una señora de 94 años, dejándola en la calle, sin que el peso de la ley caiga ipso facto sobre sus espaldas. Buen ejemplo para los contribuyentes honrados, que de seguir con estas o parecidas situaciones, acabaremos aplicando por decisión popular la Ley del Talión, convirtiendo este país en una selva. Ahora yo pregunto: ¿Dónde están esos políticos o esas ONG que en muchas ocasiones han dado y dan cobertura a los okupas y abandonan a una indefensa mujer? ¿Por que no se hace una ley donde la Policía pueda desalojar a los okupas en 24 horas y aplicarles entre uno y tres años de prisión. Estas son algunas consecuencias, de una política populachera donde al ciudadano que cumple con sus deberes, es vilmente ninguneado de sus derechos más elementales.