Con el objetivo de oponerse al nacionalismo estatal surgió, a mediados del pasado siglo, Galeusca. Tres naciones estatales -dentro de las cuatro existentes la configuraron-. Es decir, gallegos, catalanes y vascos, poseedores de una lengua y cultura propias, emprendieron las tareas de construcción de sus países respectivos.
Después vinieron complicados periodos históricos, desembocamos en una actualidad difícil. Así, el castigo y sometimiento de Catalunya por parte del Gobierno, a través del artículo 155, podía producir que su lengua no fuera vehicular. Estas ansias del centralismo fueron tumbadas por el Tribunal Constitucional. Por otro lado, se teme en Euskadi que el PP promueva una Ley de Armonización de la lengua, la cual de llevarse a término podría producir cambios en el estatus actual. En referencia a la Xunta, se contempla una decadencia alarmante en el empleo del gallego.