El pasado 28 de diciembre se disputó en San Mamés un partido de fútbol que concluyó con el siguiente marcador: Euskadi, 1; Catalunya, 1. El resultado fue lo de menos. Es una vieja reivindicación, camuflada en un partido de fútbol. A modo de flash histórico, en 1512, el Reino de Navarra es ocupado por Castilla. El rey de Navarra, Enrique III, se refugia en la Baja Navarra, conservando las propias leyes y Fueros del Reino. En 1659, por el Tratado de los Pirineos, el rey español, Felipe IV, y Luis XIV de Francia fijaron en la Isla irunesa de los Faisanes los ocho kilómetros de fronteras fluviales. El río Bidasoa separará los dos territorios vascos hasta el día de hoy. En 1765, el tratado de Elizondo fijará la frontera terrestre entre las dos Navarras. En 1779, en el Reinado de Luis XVI, la Asamblea Nacional Francesa divide Francia en 83 departamentos, desapareciendo el viejo Reino de Navarra. En 1812, Fernando VII jura la Constitución de Cádiz. Quedan abolidos los Fueros en las cuatro provincias vascas. En 1874, Cánovas del Castillo restaura la monarquía española con Alfonso XII. Es el fin de los Fueros. En 1923, Miguel Primo de Rivera arrasa con todo lo vasco. En 1936-1939, Francisco Franco: Más de lo mismo, a lo bestia.