Así como la oveja escocesa de los Highland ha sido alimentada para ser más independiente que la oveja merino española, que ha sido alimentada para ir una detrás de otra y seguir en determinada dirección y acompañar según un determinado criterio de la manada, igualmente la especie humana en España acostumbra a asociarse con la jerarquía dominante en Madrid, mientras que los vascos no se han sentido ni se sienten necesariamente unidos al liderazgo castellano.