Lo que importa es el presente y el futuro, pero tenemos presente y futuro porque hemos tenido un pasado. No es cuestión de revanchas o represalias, sino de elemental justicia, hacer reconocer cuanto aconteció, no ya durante la Guerra Civil, sino finalizada ésta, en la brutal dictadura que asesinó a miles de personas en campos de concentración, cárceles e incluso en sus propios pueblos, a veces, con parodias de juicios sumarísimos que carecían de cualquier garantía procesal.
Creían algunos que habíamos hecho una transición modélica. pero hay hechos históricos que no se pueden borrar ni tergiversar, por mucho que se empeñen "historiadores manipuladores". Decimos que sólo se puede perdonar a quien muestra pesar y solicita perdón, pero hay en España personas en importantes estamentos que aún se vanaglorian de sus andanzas propias o de sus antepasados.
Sólo reconociendo todos los errores pasados, pidiéndose perdón y mostrando deseos de reconciliación, contribuyendo a cicatrizar heridas podremos llegar a cerrar la transición No al rencor, odio, ni represalias pero igualmente no a la amnesia.