La ikurriña de la libertad
Mañana se cumple una efeméride muy especial. Hace 131 años la ikurriña ondeó por primera vez en Euskadi. Hoy lo conmemoramos, como todos los años, junto al histórico Batzoki de Bilbozaharra en el Casco Viejo de Bilbao, donde la ikurriña sigue ondeando.
Es una conmemoración positiva, en color, en un mes en el que también tendremos un recuerdo negativo, en blanco y negro. Me refiero al golpe militar del 18 de julio de 1936, uno de los golpes más sangrientos de la historia moderna europea, que provocó el bombardeo de Gernika, el primero contra la población civil indefensa.
Hoy recordamos también la reacción inmediata del Partido Nacionalista Vasco. Solo un día después del golpe de Estado, el 19 de julio, afirmaba con contundencia que sus principios le llevaban “a caer al lado de la Ciudadanía y la República, en consonancia con el régimen democrático y republicano que fue privativo de nuestro pueblo en sus siglos de libertad”. No hubo dudas ni medias tintas, primó la defensa de la democracia y la libertad.
Es necesario conocer la historia para seguir construyendo nuestro futuro. La ikurriña simboliza nuestra historia porque representa el sentimiento de pertenencia a una Nación, también la identidad, el compromiso y el rumbo de un Pueblo que ansía su libertad.
La ikurriña simboliza también la realidad de un Pueblo que reivindica su espacio y voz en el concierto de los Pueblos de Europa. El Partido Nacionalista Vasco participó desde su inicio en el proceso de construcción y constitución de la actual Unión Europea a través de los Nuevos Equipos Internacionales, con la presencia directa del Lehendakari José Antonio Agirre. Mantenemos ese mismo sentimiento: somos europeos y queremos participar en el proyecto de futuro que mejor representa su espíritu fundacional: la Europa de los Pueblos.
Conmemoramos por lo tanto un día de afirmación, reivindicación y compromiso. Compromiso con los valores que forman parte de nuestro ideario y que constituyen la columna vertebral del proyecto europeo: Paz, Igualdad, Justicia social, Solidaridad, Prosperidad, Bienestar. Estos valores sustentan el modelo que defendemos: la persona en el centro, los servicios públicos universales, la colaboración público-privada como motor de progreso, la apuesta por la integración y la cohesión social. Los valores que defienden la diversidad, respetando y fortaleciendo nuestra propia cultura y el euskera. La reivindicación de la memoria histórica, la paz, la convivencia y los derechos humanos, valores que deben estar hoy más vigentes que nunca en el concierto internacional.
La ikurriña durante muchos años representó la defensa de todos estos valores, también en el largo túnel de la dictadura y de nuestro Gobierno Vasco en el exilio. Por eso hoy, el homenaje a la ikurriña significa recordar a quienes defendieron a nuestro Pueblo en los momentos más difíciles de amenaza y ataque a nuestros derechos y libertad.
Muchas y muchos tenemos recuerdos de cómo la ikurriña fue nuestro pequeño espacio de libertad y protesta frente a la dictadura. Mi aita y mi tío diseñaron un sistema para poder colocar la ikurriña en los tendidos eléctricos de Alta Tensión. Ondeaba al viento hasta que la Guardia Civil conseguía quitarlas. Eran nuestros pequeños momentos de orgullo y reivindicación. Había a quienes no les parecía suficiente y optaron por una vía equivocada. La historia, tras décadas de sufrimiento estéril, cruel e innecesario, nos ha dado la razón.
Me gustaría reivindicar también hoy su poder integrador, porque la ikurriña es emblema de una cultura, una manera de pensar y de hacer, una identidad propia y una forma de ser.
Estos son nuestros valores, los que simboliza la ikurriña, los que debemos seguir defendiendo juntos. La coyuntura política puede ser pasajera, pero los valores y los principios nos acompañan siempre.
Tenemos claro quiénes son nuestros compañeros de viaje y quiénes no lo serán nunca. No lo serán quienes trataron de liquidar estos valores, pretendieron silenciar a nuestro Pueblo, se posicionaron en contra de la Democracia, el Autogobierno y el Concierto Económico. No lo serán quienes lo hicieron y quienes son hoy sus herederos y combaten con descaro la identidad, la cultura, el euskera o nuestro autogobierno. No lo serán quienes estuvieron y están en contra de la recuperación de la memoria histórica.
La defensa de los principios va más allá de coyunturas. Este año conmemoramos también 130 años de la Fundación de nuestro partido. Anteponer los valores y los principios es lo que nos ha hecho fuertes. Y lo que nos seguirá haciendo fuertes en el futuro.
Frente a quienes siguen cuestionando nuestra realidad nacional y pretenden ralentizar nuestro proyecto de futuro, el Partido Nacionalista Vasco recuerda que la ikurriña sigue ondeando y representando las aspiraciones de un Pueblo comprometido con un futuro de paz y convivencia, de igualdad y libertad.