Es entendible que ver La isla de las tentaciones puede afectar seriamente a la salud psíquica de cualquier persona con un mínimo de sensibilidad. Le ha pasado a la dirección del PP, que ha caído no una sino dos veces en la tentación, olvidando el compromiso que contrajo Feijóo con la ciudadanía como líder de un partido de Estado que iba a practicar la política para adultos hasta que la muerte (política) nos separe. Por ello ha necesitado recurrir a la Inteligencia Artificial para perpetrar dos vídeos, propios de adolescentes, contra el PSOE. El PP es cada vez más una isla sin inteligencia natural.