SI alguien quería algún ejemplo de lawfare, aquí tiene uno. Más bien otro. Hace tres años, una denuncia de impulso político presentada por un partido político, UPN, forzó la dimisión del consejero navarro Manu Ayerdi, pese a que él defendía con argumentos sólidos su inocencia. Ayer, la justicia archivó el caso: en estos tres años, ni el juez instructor anterior ni el actual han tomado declaración ni a testigos ni a encausados. Pero la pieza ya está cobrada. Es la guerra judicial. Ha pasado en más ocasiones. La derecha más derecha y la izquierda más izquierda lanzan la acusación sin importar las consecuencias.