SI hace dos días el público despedía compungido a la gran periodista María Teresa Campos, el adiós ayer era para la artista María Jiménez. Una mujer cuya reputación devaluó el tiempo de la televisión rosa-amarilla y que, pese a ello, logró sobreponerse por los méritos conseguidos. María Jiménez fue madre soltera y afirmó, entre sus frases más conocidas, que era capaz de enamorarse cada quince días de un hombre distinto. Oé. Las voces representativas del mismo machismo que hoy aplauden su valentía, no supieron ver a la mujer valiente y libre. Goian Bego.