LAS elecciones en pleno verano nos han trastocado la vida a todos. El voto por correo se ha disparado, lo que ha generado problemas. Transcurridos los comicios, quizá sea hora de empezar a es-tudiar sistemas alternativos y complementarios que conjuguen mejor el derecho a votar, sin condicionantes como tener que hacerlo en una jornada concreta o hacerlo por correo. Que la avería de un tren, por ejemplo, no im-pida o dificulte al máximo el voto a miles de personas. Estamos en el siglo XXI, ya avanzado. Y hay métodos en otros países. Antes de que la inteligencia artificial decida por nosotros.