SE llama José Antonio Arteaga y su testimonio se hace relevante tanto por su condición de presidente de la asociación ATCORE, en la que se encuentran personas enfermas y trasplantadas de corazón y pulmón en Euskadi, como por que él mismo lleva en su interior desde hace 26 años el corazón de otra persona. Dos décadas y media desde que volvió a nacer gracias a la generosidad de alguien que, pese a ser anónimo, le dio uno de los regalos más importantes de su vida. En eso consiste la donación. Pensar que otra persona puede vivir gracias a tu voluntad. Pese al avance de la ciencia, las donaciones siguen siendo vitales hoy en día.