MÁS de la mitad de la población vasca asegura que no ha fumado nunca. Un buen dato que contrasta con la percepción de que, hace no tanto tiempo, mucha gente fumaba. De hecho, ahí está el recuerdo de los bares llenos de humo o los coches con los ceniceros llenos. Si nos remontamos más, impensable hoy en día, tabaco en las salas de espera de los hospitales. Ahora, según una encuesta elaborada por la Sociedad de Medicina de Familia, una de cada tres personas ha dejado ya el tabaco en la CAV. Así que hay que alegrarse del retroceso de esta droga que provoca la muerte de miles de personas cada año en el mundo.