ME llega un mensaje de Osakidetza al teléfono móvil. Es para recordarme que tengo a mi disposición la vacuna de refuerzo del covid-19. Vaya, pienso. La vacuna del covid. Casi ya parece algo pasado y lejano. Y rememoro los tramos de edad ante la llegada de las nuevas dosis. El nerviosismo en las colas. Los antígenos. Las PCR. Los confinamientos. La compra de mascarillas. Los aplausos. Que el virus estaba en China y en un salto aquí. Que un día como hoy de 2020 se cerraron los colegios en Gasteiz. Luego en Euskadi. Y que nuestra vida cambió para siempre. Cuántas cosas en un solo mensaje. Para no olvidar.