Gritos de “libertad, libertad” y el canto de La Internacional resuenan en la protesta en las calles. Nada sorprendente o extraordinario, salvo que se trata de una manifestación en un país bajo el poder del Partido Comunista. En China crecen la indignación y la desesperación contra la tiranía que en este caso les impone la política de cero covid que obliga a confinamientos estrictos, duros y constantes en cuanto hay algún contagio. Al principio de la pandemia se nos presentó esta estrategia como la más eficaz. Que nadie espere más reacción de la dictadura que la represión. Cero covid y cero libertad.