CUERPO a tierra, don Alberto Núñez Feijóo, que vienen los tuyos. No sé hasta qué punto el líder del PP conocía a sus amigos –barones y baronesas– antes de aceptar el envite. Ayuso, por ejemplo, cuyo límite de ambición no se conoce. O Iturgaiz, cuyos límites sí son transparentes. El popular vasco le hizo ayer otro siete a la línea moderada de Feijóo al alabar el carácter “democrático” de Vox y negar el “guiño” al PNV. Dijo Iturgaiz que los jeltzales habían clavado “una estaca en la espalda de Rajoy”. Como si el expresidente fuese un vulgar vampiro. Se equivoca de serie de TV.