NA vez más, el Ministerio y el Reina Sofía, donde se encuentra depositado desde 1992 el Guernica, han reiterado su negativa al traslado de la obra de Picasso a un museo vasco. El 26 de abril se cumplirán 85 años del bombardeo de la villa foral y el ministro de Cultura, Miquel Iceta, ha vuelto a pronunciarse en contra, aduciendo razones técnicas y poniendo sobre la mesa un simposio internacional celebrado en 1997, por cierto, en el mismo Reina Sofía, que concluyó con un informe que desestimaba cualquier préstamo e incluso el cambio de sala en el propio museo madrileño. Informe que ha sido rebatido por expertos internacionales a los que resulta difícil entender que en pleno siglo XXI, con la tecnología del momento, exista alguna obra que se resista al traslado. Estos expertos han llegado a la conclusión de que podría viajar a Bilbao sin enrollar por una ruta especial por carretera en menos de ocho horas, tiempo en el que se pueden garantizar las debidas condiciones de conservación. Picasso pintó la obra más estremecedora sobre los crímenes atroces cometidos en Gernika que nadie podría haber realizado jamás. Poder verlo en un museo vasco sería un homenaje a las víctimas del bombardeo. Una vieja aspiración de las vascas y los vascos a la que no estamos dispuestos a renunciar. Guernica, Gernikara.

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