La simplificación interesada de los extremos está tentada de convertir el conflicto en Ucrania en una cruzada contra los nazis o contra los rojos. La gran mentira bebe de la verdad. El nacionalismo ucraniano ha crecido a golpe de amenaza rusa y los ultras se mueven como pez en el agua; eso es radicalmente cierto. Como lo es que la asociación de independencia y democracia a la europea es el anhelo social mayoritario en el país. Al otro lado, los intereses prorrusos distan de abrazar el ideal de internacionalismo de los viejos comunistas y sí son etnicistas. Así que cuidado con confundir invasión con liberación.