L otro día llegó a la prensa el primer aviso de que "un asteroide pasará rozando la Tierra". Serán muchos más a lo largo del año y tampoco sucederá nada. Ni siquiera roza ni pasa cerca: este se quedará a unos dos millones de kilómetros el martes, aunque si nos diera sería capaz de acabar con toda la tontería que llevamos encima. Ahora, con todo lo que ha gustado la película No mires arriba, tenemos la certeza de que si un día llega de verdad un asteroide habrá negacionistas que asegurarán la conspiración mientras las élites se dedican a robarnos aún más dinero. Claro, lo primero que yo hice al ver el titular fue buscar en el ordenador información sobre ese cuerpo celeste. En la Wikipedia aparecía todo perfectamente explicado y con enlaces a las fuentes, de manera que uno podía en un momentito saber todo sobre ese presunto impacto cósmico. Hace 21 años esto no habría sido posible, porque precisamente ahora se cumple ese aniversario de la enciclopedia más activa y completa del mundo, una que se ha ido construyendo gracias a la colaboración desinteresada de gente que sigue elaborando cada entrada en cientos de idiomas y mejorando las existentes mediante revisiones y nuevas ediciones.

Cierto que la información puede no ser siempre correcta, incluso tendenciosa, como se comprobó en temas donde hay debates sociales y políticos. Pero la actualización permanente asegura su equilibrio. Antes las enciclopedias también cometían errores y tenían sus sesgos: por ejemplo, la historia de las mujeres no se contaba casi por ningún lado. Pues bien, las wikipedias han ido consiguiendo visibilizarlas como nunca había sido posible antes. La era digital, tan incierta y de ética tan dudosa a menudo, tiene en esta labor colaborativa y abierta un ejemplo de lo que sí debería ser la humanidad del futuro. Si nos queda.