O caigamos en el error de convertir al pocero de las cloacas del Estado en un héroe pero tampoco que nos amorticen al excomisario Villarejo como a Luis Bárcenas, haciéndole pasar por un jeta que actuaba solo, según pretende el relato del PP. Las de Villarejo ya ni se pueden contar pero no deja de ser llamativo que se viralicen sus confesiones sobre Ana Rosa Quintana y su "maridito" mientras casi se obvian las de los atentados yihadistas de 2017 en las Ramblas y Cambrils, que atribuye a que se le fue la mano al CNI en su "pequeño susto" a Catalunya. 17 muertes exigen tomarlo en serio.