O es el momento de hacer leña del árbol caído, sobre todo porque se apolilla solo, pero al ministro Alberto Garzón le va la política despiste, la de desviar la atención con ocurrencias muy del gusto superprogre. Lo mismo organiza una "huelga de juguetes" que nos conmina a no comer carne. Ya lo dijo hace no mucho el Papa Francisco: "Los pecados de la carne no son los más graves". Este hombre que arremete contra el maltrato animal es el miembro del Gobierno más maltratado. Por cierto, ministro de Consumo: y lo del precio de la luz que nos golpea, ¿qué?