E leído un artículo de lo más serio y clarificador. Su título es revelador de un estado de cosas: "¿Quieres que tu cerebro sea como el de la gente feliz?". A continuación explica el papel de las endorfinas, oxitocina y demás inas en la sensación de bienestar. No pude evitar un punto de cabreo y le grité un rotundo "¡no!" a esa propuesta de imitación a la vida ajena. Lo que yo quiero son motivos para ser feliz, para que mi cerebro sea -no copie- el de una persona feliz. Seguro que el autor desbordaba buenas intenciones al explicar cómo generar dopamina pero a mí me sonó a rendición.