O me parece tan grave que la mayoría conservadora de sus señorías en el Tribunal Constitucional rediga de nuevo lo que ya dijo sobre el uso del Estado de Alarma por parte de Sánchez para combatir la pandemia covid-19. Lo sorprendente habría sido que se desdijeran. Si me apuran, ni siquiera es incoherente la disparidad de criterios sobre el alcance de la cogobernanza entre los magistrados que creen que era lógica y los que se atañen a la letra estricta de un escenario definido hace 43 años. Lo grave es que, en su convicción restrictiva, sepan que erosionan el modelo descentralizado y se apliquen en ello.