REGUNTADO por la apertura algo traumática del debate sobre la venta del nombre de San Mamés, Elizegi se escapa. En una entrevista deslizó la posibilidad de que La Catedral disponga, como otros campos europeos, de un patrocinador para conseguir ingresos extra y rebautizar el campo. Es una cuestión sensible donde el circunloquio terminó en que viene a depender del apellido. O sea, del patrocinador. ¿El Athletic es único y el campo no se toca? Pues depende ¿de qué depende? ¿del valor del apellido o el precio de la venta?