O de Rodrigo Rato puede ser una querencia personal a entender que fraude fiscal y ocultar patrimonio es derecho de sangre. Pero lo de Cospedal tiene pinta de estructural. La ex secretaria general del PP se suma a la lista de investigados -antes imputados- en la que permanece la cúpula de Interior de Fernández Díaz, con el exministro a la cabeza por la trama para intentar robar documentos que imputarían al PP en la consabida trama de financiación ilegal desde los años 90. Ya se sabe que Casado solo ha heredado ese latifundio -un mero inquilino-, pero actúa con displicencia impropia de un negocio tan carcomido.