O hay quien frene el final del estado de alarma el 9 de mayo por la decisión de Pedro Sánchez, que no difiere de la del presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin. El primero afirma que no hará falta combatir la pandemia aunque faltarán no menos de tres meses para alcanzar el mínimo objetivo de inmunidad; el segundo, que la Eurocopa tendrá público no por que sea seguro sino por bemoles. Y, si hay repunte, que haya. Es la revuelta del frenopático de Kortatu: el hombre del tiempo, ahorcado porque Sánchez y Ceferin ya han decidido: mañana, sol; y buen tiempo. Si truena, es sedición.