E va aclarando lo de las vacunas. Pongamos que todo el mundo hubiera puesto, como aplaudía sin rigor el delegado del Gobierno Denis Itxaso, el 86% de las vacunas recibidas, sin asegurar la segunda dosis. ¿De dónde saldrían ahora que Pfizer ha reducido el suministro? No cabe abandonar a quienes, por una nefasta gestión a la carrera, se quedarían a medio vacunar pero es inaceptable que se haga a costa de quienes sí lo han previsto. El reparto se definió según criterios de población de riesgo. Cambiar ahora ese criterio sería un expolio mezquino que se justifica desinformando.