A pandemia de coronavirus está propinando una gran lección de humildad a los más soberbios y al populismo global. En todo el mundo. Desde el positivo del primer ministro británico Boris Johnson -que se negó a tomar medidas y se jactaba hasta de haber ido a un hospital y dar la mano a todo el mundo- y de su ministro de Sanidad (!), que se unen a los más de 11.000 casos detectados en el país, a la gravísima situación en EE.UU., epicentro ya de la enfermedad, el bicho muestra su sentido democrático. Y aquí cerca tenemos soberbios y populistas para exportar.