NO comparto los motivos por los que ayer se quiso boicotear la charla de Txema Matanzas y José Ramón López de Abetxuko sobre los presos de ETA enfermos. Pero también creo que no hay escraches buenos y malos según quién los haga o a quién se lo hagan. A mí no me gustan, pero es un ejercicio de libertad de expresión como lo era la propia conferencia. A lo mejor todo sería más fácil si dejamos de hacer juegos de suma cero en los que una sensibilidad solo gana si pierde otra. Y haber dejado claro que la violencia de ETA fue inaceptable e injusta también ayudaría.