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El camisón de mi amama

MI amama decía que su camisón lo cubría todo, hasta los tobillos. El PNV es en lo institucional algo parecido al citado camisón, que lo cubre todo. De hecho se vio en las elecciones legislativas del 28 de abril con seis diputados y diez senadores. Lo ha revalidado un mes después mejorando posiciones y avalando un buen trabajo de gestión, de suma, y entiendo que esta noche Lander Martínez quien dijo en campaña que el PNV era peor que el trifachito se muerda las uñas y comience hoy mismo un curso acelerado de buenos modales y sociología política. No hay pues en este resultado nada nuevo en relación con un partido que como se dijo en el mitin de cierre, es el hilo conductor del país y su columna vertebral. Lo fue en la República, lo fue en la Transición y lo sigue siendo ahora. Su fórmula de éxito no es más que el resultado de un buen trabajo con los pies en el suelo, sin extremismos esterilizantes, órdagos a la luna, o el todo o la nada. Su motor diesel funciona a satisfacción para la mayoría de los vascos. No solo no es un partido antipático, sino es un partido querido. Y es que los vascos y vascas a pesar de todas las pedradas recibidas en estos años con ataques sectariamente infantiles como que el PNV es la derecha neoliberal y oligárquica el pueblo soberano ha demostrado que no es tonto y que todo lo exagerado no solo es falso sino se vuelve contra el tirapiedras.

En ese mitin de cierre Ramiro González aclaró con rotundidad que Bildu se había disfrazado en campaña de PNV, pero que PNV solo había uno que era el que estaba allí. Y es verdad. La izquierda abertzale solo acierta cuando rectifica. No solo se va a Benidorm a hacer campaña sino lleva en Gasteiz a Ulrik Khol que les ha explicado como en la capital danesa no tienen una sino dos incineradoras. ¿Se acuerdan lo de “incineradora un muerto cada hora” así como lo ocurrido en Gipuzkoa?, pues sin dar la menor explicación al parecer quieren construir una por barrio. Ya Arzalluz nos dijo, ”desaparecida ETA, si nos dormimos, nos ganan, si se duermen les ganamos”, pues les hemos ganado. A pesar de sus máscaras.

Es muy arriesgado hacer una valoración final a las once de la noche, con la mitad del escrutinio, cuando escribo estas letras pero permítaseme que baile sobre una baldosa por el resultado de Barakaldo, plaza emblemática para el PSE donde había enviado su aparato un paracaidista frío y distante que seguramente no se quedará de concejal y donde Amaia del Campo, de haber ganado con 52 votos de diferencia hace cuatro años, hoy a base de visitar los barrios, sanear el ayuntamiento y atender a todo quisqui ha logrado sacar tres concejales más que Retortillo. O Aritz Abaroa que vuelve a lograr la alcaldía de Bermeo o Ander Añibarro que logra la de Laudio, o el fantástico Ollo en Altsasu, pueblo con ley gracias a él, o Urtaran que nos lo ponían de segundo con una Miren Larrion disfrazada de PNV, a pesar de su fotografía con un chavista pero recibiendo el insólito apoyo de Pedro Miguel Etxenike y del inefable Atxaga y finalmente un Aburto que ha demostrado que a los bilbaínos les gusta su ciudad de postal ,o?

Vendrán los análisis de los sabiondos que dirán que la debacle del PP la absorbe el PNV y cosas así típicas de ese falso análisis impuesto que todo lo colocan entre derechas e izquierdas sin darse cuenta que el PNV es un partido de centro que mira a la izquierda, que con él nació el abertzalismo hace 144 años y que detrás hay mucha gente buena y un proyecto de país moderno, progresista y solidario. Como el camisón de mi abuela.