ENTRE la épica y la chirigota se va desarrollando la tragicomedia de Catalunya. Las declaraciones de los guardias civiles en el juicio a los líderes del procés han pintado una de terror a falta de respaldo documental que lo acredite. Lo que la memoria no aporta parece hacerlo la imaginación. Al otro lado, juega Torra al escondite inglés con la Junta Electoral Central y ya nadie se acuerda de que en Catalunya hay un gobierno que no acaba de gobernar ni para el día a día de los ciudadanos ni para impulsar el procés hacia la república catalana. A las urnas de abril y mayo les pueden dar uso en otoño.