Síguenos en redes sociales:

Relatos...

Existen verdaderas máquinas humanas de fabricar historias. Relatos inverosímiles. Es una habilidad a menudo usada en política, que consiste en elaborar patrañas y formatear mentes. Tal parece que la conducta de los que escupen, no es rechazada por quienes reciben el salivazo con la severidad que sería de esperar. Se mezcla ficción y realidad. ¿Acaso es más rápida la tortuga que el galgo? ¿Y el galgo que el guepardo? ¿Entonces dónde está el debate? ¡Ay, los relatos! Son como el trasero; todos tenemos uno y ninguno asienta bien. ¿Se puede afirmar, como afirmó la señora Rovira y alguien más de su grupo, que el Gobierno arrasaría a sangre y fuego las calles de Barcelona? ¿Por qué el Gobierno se empeñó en reprimir unas votaciones que no servían absolutamente de nada, excepto para caer en la trampa de fotos previamente concertadas con medios interesados foráneos? ¿Qué imagen proyecta el huido expresident de la Generalitat Puigdemont (y asociados) clamando en el desierto cual profeta Isaías y desbarrando contra todos -Unión Europea incluida? Leyes, coronas de espinas y cerrazón mutua. La cosa es jugar con las emociones y candidez del pueblo llano para captar su atención y voto. Falta altura política. Sobra malevolencia. “Más corre galgo que mastín, pero si el camino es largo, más corre mastín que galgo?”. Veremos.