El pueblo kurdo de Irak ha votado por la independencia: el gran sueño kurdo comienza. Como era de esperar, Turquía e Irán serán los principales obstáculos para ver nacer este futuro nuevo estado. El Estado de Irak es una sucursal de EE.UU. e Irán, a partes iguales, pero lo que nadie olvida es que los kurdos han sido las botas sobre el terreno a la hora de enfrentarse al Estado Islámico. El peligro que hay en Irak es que los sunnies árabes, ahora, estarán aún más bajo la tutela de los chiíes. Hay que mirar al futuro, los estados de Siria e Irak deben fragmentarse, respetar las mayorías y las minorías, algo no habitual en la región. Una quinta parte de la población de Turquía es kurda y, dado su crecimiento demográfico, en 25 años serán casi un tercio de la población. A la larga, un estado kurdo propio dentro de Turquía quizá salve la turquidad del país otomano. Irán también muestra recelos, ya que cerca de 10 millones de kurdos viven oprimidos por los ayatolás; en Siria la situación era similar hasta la guerra civil: los tres millones de kurdos sirios son un poder de facto en el norte del país. El Kurdistán debe negociar e impulsar la autonomía de otras regiones kurdas, no así su independencia. Si no, una intervención militar contra el estado nonato acabará con la primera nación del mayor pueblo del mundo sin estado.