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80 años

Ochenta años, sí ochenta. Estos son los años transcurridos desde el triste y desafortunado bombardeo de Gernika, ochenta años han transcurrido desde que a un “señor”, se le ocurrió tratar de arrasar, no solo a un pueblo, trató de arrasar a un país, pero sobre todo, trató de arrasar unas ideas, un sentimiento, pero aunque los muertos fueron numerosos, no consiguieron apagar a un pueblo y no consiguieron acabar con “EL” símbolo de las libertades de Euzkadi. Nuestra cultura milenaria, nuestro mayor símbolo de las libertades, quedó en pie, Nuestra Casa de Juntas y nuestro Árbol, continuaron erguidos para orgullo de todos los vascos y de la misma manera que no consiguieron derribar nuestros símbolos, jamás “ese señor” ese Francisco Franco Bahamonde, jamás consiguió que este pueblo milenario doblase la rodilla ante él ni ante sus seguidores

Sus sucesores, están pidiendo que ETA, pida perdón a las víctimas del terrorismo, de ese terrorismo por el que tanto hemos sufridoen este pueblo, pero mientras el pueblo alemán, sus representantes, los descendientes de aquellos que masacraron Gernika, han sido capaces después de los años de pedir perdón a los asesinados, a los supervivientes y a los descendientes de aquel sinsentido, ¿dónde están los descendientes de los españoles?, ¿cuántas veces han pedido perdón por lo ocurrido?

No me gusta decir lo que voy a decir y ojalá esté totalmente equivocado, pero creo, opino y pienso, que a los descendientes españoles no les pesa nada lo que hicieron con aquella masacre e incluso diría, que si tienen algún pesar, es el que quedase en pie tanto la Casa de Juntas como nuestro árbol, símbolos de las libertades de Euzkadi y ahora también diría, símbolos de las libertades del mundo.