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No dar palo al agua

MI héroe de andar por casa se llama Carles Recio. Es funcionario de la Diputación de Valencia y ha cobrado diez años sin trabajar. Supuestamente, acudía todos los días a las 7.30 horas para fichar la entrada, se iba y regresaba a las 15.30 horas para hacer constar la salida. Tenía cargo de jefe y percibía más de 45.000 euros al año. ¿Y qué pasa? En el Estado hay más de 250 senadores que han pasado 2016 sin hacer absolutamente nada y han cobrado religiosamente. Ni siquiera tenían que madrugar a diario para fichar. Además, el de escaquearse es mucho esfuerzo y tiene su mérito. ¡El problema que tendría este hombre todos los días para no llegar tarde a la hora de salir! No dar un palo al agua tampoco es que sea una gran noticia. Bastante más le pagamos el rey y tampoco hace nada. Y todos sabemos de quienes se ausentan de su puesto de trabajo más tiempo del que permanecen en él o de aquellos que pasan la mañana en Internet. Están los que van, fichan, salen a tomar café, cotillean, trabajan una hora, salen a fumar, aprovechan para hacer gestiones particulares, regresan, trabajan una hora más y para casa. Y luego están los europarlamentarios de Estrasburgo y Bruselas que se levantan por la mañana los viernes, acuden al Parlamento, y media hora después están ya en el aeropuerto camino de sus hogares. Con las dietas en el bolsillo y sin sudar la corbata ni medio minuto.

clago@deia.com