Síguenos en redes sociales:

No hay dos sin tres

Por el interés te quiero Andrés. Servirían todos los dimes y diretes del refranero para dar cuerda y vida a lo que está pasando en y con España. Somos muy nuestros, muy de zapatillas y calcetines, muy de camisa y corbata y sobre todo muy anclados en las costumbres. Que no nos saquen de cuatro cosas porque revolucionamos el mundo y damos pábulo a fruslerías de la vida diaria. Europa atónita ante el espectáculo que estamos dando en el tema de las elecciones generales y en la elección del Gobierno español. Parece hasta mentira que un pueblo que fue un imperio, que dominó medio mundo, se encuentre ahora haciendo trágalas para elegir a un gobierno que gobierne. Son muchos los expertos que analizan arriba y abajo la situación española, muchos los que suman diputados de uno y otro signo para ver si dan las cuentas, para comprobar si alguien alcanza la tan esperada suma de 176 escaños. Y parece que no llega, que los partidos se niegan a incrementar la adición y miran al pasado, cuando el PP obtuvo mayoría absoluta y gobernó a su capricho. Mientras, el resto de los partidos políticos veían tumbadas y arrojadas a la papelera sus propuestas, sus leyes y sus sugerencias. Ahora resulta curioso que el PP se brinde a dialogar, negociar y todo el arte del parlamentarismo con tal de conseguir el poder y el gobierno por todos los medios que sea, por lo que me surge una duda. Pudiera ser que el partido en el Gobierno se vea necesitado de repetir una legislatura más para limpiar la pátina de corrupción que se le ha adherido durante estos años, para que no sean otros los que alcancen el poder y los acusen, mostrando sus vergüenzas y corruptelas. El pueblo está harto de ver, escuchar y debatir a los partidos políticos las fórmulas para componer el nuevo gobierno. Si de verdad tuviesen el arrojo para alcanzarlo, tardarían un día y si así no fuese que sus nombres queden para la historia en el baúl de los recuerdos.