La mayor parte de las noticias y situaciones en España son acontecimientos y males que son la consecuencia de hechos del pasado. Aún resuenan los ecos de aquel que dejo “todo atado y bien atado” y sigue sin poder ser desatado, ya que algunos viven de aquella herencia que aún les sigue dando frutos. Pero esto tiene que cambiar. Los barros en los que está empantanada España -corrupción, nepotismo, desigualdades sociales, desempleo, injusticia?- vienen de aquellos lodos: inquisición, franquismo, dictadura, ignorancia, burbuja inmobiliaria, economía de casino, especulación, desregulación financiera, hipocresía política, mentiras, falta de transparencia... Llevamos cuarenta años en la pseudodemocracia y no hay gobiernos buenos o malos que apoyen y sean favorables a movimientos sociales que buscan su libertad, que pelean por la emancipación social. Sea quien sea quien gobierne, no puede permitirse el lujo y la existencia de realidades que ellos no controlen o administren. La verdad está clara: los poderosos no pueden ver recortados ninguno de sus privilegios que mantienen desde hace años. Algunos piensan que la existencia de gobiernos de izquierda con mayor sensibilidad social les da a los de abajo posibilidades de fortalecerse y de lograr conquistas hasta ahora inalcanzables con los gobiernos de derecha. Esto puede ser cierto a corto plazo, pero a la larga todos los gobiernos, incluso los que quieren lograr un mejor reparto social, tienden a manejar e institucionalizar los movimientos de base. Sirva este ejemplo para finalizar: me cobran una comisión incorrecta en un banco. Hablo con el personal del banco e ignoran mi petición, pongo una reclamación en el Banco de España, hacen una investigación y tras comprobar las quejas, el banco despide al director.
