Ser político es un chollo
“Quiero un gobierno que gobierne, que no se pierda en el arte que entreteje naderías”. Este problema es clásico en la política española y es aún más acusado en esta época de crisis y dificultades. Los principales problemas y retos para la España de 2016 son el paro y la corrupción política. Decir que la clase política es un problema para España se ha convertido de una sensación generalizada en una realidad que es aún más acusada por la falta de recursos actuales. Muchos y variados políticos del arco parlamentario en lugar de trabajar para solucionar los problemas del pueblo, dedican la mayor parte del día a contestar dimes y diretes del partido contrario y en conservar el sillón. Visto así, ser político es un chollo muy apetecible para cualquiera. Aterricemos en la realidad “pocas horas reales de trabajo, buenos sueldos, muchos privilegios, pocas obligaciones y sobre todo, no hace falta cualificación especial”. Hablar de un político es hablar de mentira, corrupción, sinvergonzonería, inutilidad o incapacidad. Nos encontramos con una nueva convocatoria de elecciones generales a cuatro meses vista de las anteriores y esa situación la han originado “los políticos”. Sus señorías han dedicado estos meses a sus dimes y diretes, a pasar el tiempo, siendo conscientes que no son empleados de una empresa privada, donde el rendimiento y los tiempos miden el cobro de sus haberes. Vista la situación y encontrándonos de nuevo ante una campaña electoral, sabemos bien como tomar nuestras decisiones. Todos los políticos y sus partidos se han retratado de manera directa para que los electores sepamos elegir. Que Dios reparta suerte y el pueblo liso y llano sepa emitir su voto y dar la respuesta que se merecen sus señorías, aquellas y aquellos que han antepuesto sus intereses de partido y personales al interés del pueblo. Ojalá por una vez ser político, deje de ser un chollo y se transforme en una trabajo arduo, difícil y comprometido para sacar adelante las mejoras y soluciones que este pueblo se merece.