Solo les falta el ‘Polideluxe’
YA he precintado la tele. Y la puerta de la calle. Y el buzón. También iba a tapiar las ventanas, porque me han dicho que algunos se desplazan en globo, pero al bazar de abajo se le han acabado los sacos de cemento, así que no debo ser la única que está sellando su casa para que no meta la patita ningún político. Por si alguno se acaba de descriogenizar y aún no ha caído en la cuenta, que sepa que esta noche arranca la campaña electoral y que la cinta de carrocero se despega mejor, una vez pasados los comicios, pero no garantiza el aislamiento antipasquín al cien por cien. Llámenme exagerada, pero a estas alturas algunos ya estamos un pelín hartitos... y lo que nos queda. La culpa la tienen los candidatos, que se han ido colando, sin permiso, en los programas de entretenimiento que uno pone precisamente para no ver a los candidatos. Empachados de quesitos estadísticos, solo les ha faltado probar el rosco de Pasapalabra o hacerse un Polideluxe a cuatro bandas. Bueno, a tres, porque Rajoy solo debate con la almohada o de fútbol. Forrar la tele les tapona una vía de acceso, pero no se descuiden porque hay quien intenta venderse por teléfono o puerta a puerta. A mi cuñada le soltaron un mitin en el descansillo que se quedó tiesa. Yo, desde que nos desatornillaron el cuadro del portal, no abro a nadie. Cada vez que suena el automático, hiperventilo. “Ama, no abras, a ver si nos van a robar”. Ahí lo dejo.
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