Leo que al jugador del Barça Xavi Hernández no le hubiera importado jugar en el Athletic, extremo imposible debido a la filosofía de nuestro club. A nadie escapa la simpatía que Xavi ha demostrado por el equipo bilbaino, sin tapujos, que no son nada comparables a algún compañero suyo de tez albina y dedicado a la vinatería manchega, que manifestó que “me da igual San Mamés?”. Por desgracia, con la retirada de este jugador, junto a Puyol, y ya no tan lejos Piqué se va una hornada de barcelonistas con algo de corazón para el fútbol de sentimiento. Los que van a quedar? Messi, Neymar, Suárez, Pedro, les suena esto a nada. Otro ejemplo admirable para mí es Diego Forlán, uruguayo y ex del Atlético de Madrid, que un buen día encomendó a su representante realizar gestiones para jugar en el Athletic, argumentando que su amama era de Hondarribia. Las gestiones no fructificaron y no pudo venir. Pero, a lo que voy? ¿Cómo dos personajes del mundo del fútbol como estos miran a un club como el nuestro con un punto de admiración y deseo de pertenencia, pudiendo estar donde les dé la gana??. Sobre todo en el caso de Forlán, que siendo de otro continente y estando en la élite del fútbol intenta venir al Athletic? Para mí es alucinante y muy meritorio. La otra cara de la moneda la componen los saltavallas nocturnos, los desagradecidos asesorados por hermanos bienpagados -después de formarse en nuestro club-, o los que con cara de angelito muestran su fidelidad al Athletic? y lo dejan al de dos semanas. Eso sí? pagando al menos. Soy consciente de que es prácticamente imposible realizar una prueba de fidelidad a cada jugador del Athletic y de que habrá más de alguno que no siente tanto los colores? pero lo que sí es meritorio, para mí al menos, son los casos de Xavi y Forlán que han soñado en algún momento ser parte de este club. Al menos lo han intentado, frente a los que utilizan a nuestro equipo como trampolín para irse?