LA elección, el pasado martes, de Idoia Mendia como nueva secretaria general del PSE y la designación de su equipo para los próximos años en la ejecutiva durante el congreso celebrado este fin de semana en Bilbao han dado carpetazo a la etapa de Patxi López al frente de los socialistas vascos y ha alumbrado una nueva era en el centenario partido vasco, en el que, por primera vez en su historia, una mujer ejerce el liderazgo. Casi al mismo tiempo, se han renovado también las secretarías generales en los diferentes territorios. En todos los casos, los cambios se han producido sin sorpresa alguna. Podría decirse que el socialismo vasco ha acometido una renovación integral de sus estructuras de poder, aunque la realidad es que la sensación que queda después de este singular proceso es que no está nada claro que vaya a haber cambios profundos en la formación. Un proceso que los socialistas abordan obligados por las circunstancias, tras dos importantes varapalos electorales en los que el PSE ha perdido decenas de miles de votos. La herencia que recibe Idoia Mendia no es en absoluto sencilla de gestionar. Al declive electoral en Euskadi tras la etapa de Patxi López -y la propia nueva secretaria general- en el Gobierno vasco se une la también complicadísima situación del PSOE en todo el Estado, asimismo con un cambio de líder, Pedro Sánchez, que aún no ha cuajado ni en el partido ni en la sociedad y con una formación emergente como Podemos que ya le pisa los talones y amenaza con pasar por encima a los socialistas a poco que estos se despisten en sus viejos esquemas. El nuevo liderazgo de Mendia nace, por tanto, sin una reflexión clara previa al menos de cara a la opinión pública, sin la autocrítica necesaria, sin plantear nuevas ideas o proyectos. Sin debate siquiera entre sus bases. En sus primeros discursos de este fin de semana, la secretaria general socialista no avanzó tampoco un ápice en este terreno y su ejecutiva, con cierto aire renovador, tiene también varias viejas caras conocidas. Si la aportación de la era Mendia va a ser la toma de distancia o el desapego con respecto a los acuerdos de gobernabilidad alcanzados entre PSE y PNV -como dejó entrever ayer- habrá que ver cuál es su alternativa “de izquierda”. El jueves tendrá la oportunidad de exponerla en su primer pleno de política general en el Parlamento Vasco.