LA cuadrilla ya no busca cita. Gatillazo total. Lo mismo que Gran Hermano se nos vendió como un "experimento sociológico", este programa nasciturus -solo pudo asomar la cabeza- de ETB iba a ser la demostración empírica de la imposibilidad metafísica de que el/la vasco/a pueda ligar. A decir de muchos, la cuadrilla, en Euskadi, ha sido el gran instrumento de control social, una especie de madrastra colectiva. Ligar en cuadrilla es ya la cuadratura de un círculo triangular. Si la memez era sexista -que no sé- entramos en una quinta dimensión. Cuadrilla busca psiquiatra.