Maquiavelo fue un gran profesional para su época. El gran problema está en que muchos han querido imitarle, pero nadie ha tenido su categoría, pues sólo le han copiado en las maldades. Aunque nunca dijo la frase el fin justifica los medios sus ideas se acercan demasiado a este abismo. El copiador más cercano al que podemos referirnos aquí es un cántabro (para muchos indignados, cantabrón) de cuyo nombre no quiero acordarme. Se dice socialista y exhibe un papo floreado de pavo real que provoca cierta náusea existencial, algo así como el ojo contra el gobierno de Jean Paul Sartre, que en su tiempo ponía nervioso a cualquiera que conversaba con él. Pero aquel era elegante, feo de cara pero guapo de espíritu. Un crack, que se dice ahora. A nuestro Maquiavelito no hay forma de echarle al retiro de los justos, porque el virus del tejemaneje lo tiene atrapado hasta el tuétano. Huye de nuestra tierra al hacer propaganda sobre Europa, después de dejar un estercolero de gusanos. Si hicieran caso a sus tripas muchos te dirían: "Sé valiente y ven a escuchar a tus socios socialistas y si tienes arrestos, a los demás. La miseria debe corroerte como un gusano. Mala gente. Duerme, si puedes, tranquilo. La política no es un negocio más. Tras todo eso hay personas, ilusiones, querencias y dignidad. Siento que lo tuyo es muy profesional, pobre y rastrero. Ya no tienes remedio. El poder te suda la cervical. Te deseamos una cama grande donde dormitar en el retiro de tu soledad la erótica del poder". Yo prefiero desearte un buen final. De momento prefiero dejarlo así a la espera de que tu inteligencia te aconseje no hacer más daño ni a los tuyos ni a los demás. Quienes creemos que ser socialista es muy importante te lo agradeceremos. No me sale decirte nada bonito, ya me perdonarás.