Ongi etorri
Que esté tranquilo el señor delegado del Gobierno español, don Carlos Urquijo El implacable: no es de esos ongietorris de la jerga garzoniana que con tanta diligencia persigue. Aunque bien mirado, habrá que tener cuidado, porque se trata de dar la bienvenida al pueblo a dos delincuentes condenados que regresan tras su paso por la cárcel. Los arrantzales apresados en Senegal están a punto de volver a Bermeo tras su absurda peripecia, acusados de delito ecológico. Supongo que verdes e impositores del puerta a puerta verán con buenos ojos que los hayan lanzado a las mazmorras senegalesas y les metieran un buen puro. Siempre lo ha sido, pero ejercer de marinero en estos tiempos es heroico. "¡Y luego dicen que el pescado es caro!" Ongi etorri.