Ya está. Acabado el protocolo del juramento y toma de posesión del lehendakari y del nuevo Gobierno vasco ahora toca trabajar de sol a sol.
La nueva oficina de solicitudes, reclamaciones y de atención al cliente está abierta desde el lunes 17 de diciembre. Lloverán sobre la sede del Gobierno vasco una lista interminable de solicitudes, de propuestas, de reclamaciones a las que el nuevo Ejecutivo deberá dar respuesta.
Pudimos ver el día 14 ante la sede del Parlamento Vasco, mientras el pleno de investidura del lehendakari Iñigo Urkullu, un determinado número de convocatorias reivindicativas, todas en su derecho de reclamar sus derechos y primando ante todo la urgencia de las respuestas que debe emitir el nuevo Gobierno. Pienso que todas y todos están en su derecho de pedir, de solicitar, de encontrar respuestas a sus demandas, tan importantísimas unas como otras. Pienso y reclamo la tranquilidad para el nuevo Gobierno vasco para analizar la situación real de Euskadi, en equipo, para ver y analizar los cajones económicos y las propuestas firmadas por el anterior gobierno.
Es de cajón que todas las demandas y solicitudes de los trabajadores, ERE, empresas en situación de riesgo, de los funcionarios de la Administración, Educación, Sanidad, Justicia tendrán que ver con el dinero, con la economía en general y con la seguridad en el trabajo. Por lo tanto, debemos reconocer que habrá que establecer prioridades.
Si unimos los esfuerzos y el trabajo y nos damos un plus de paciencia podremos ir viendo que el nuevo Gobierno responderá a las reclamaciones ya aportadas por esta sociedad en general y que el lehendakari ha hecho suyas y será su equipo conjuntamente quien responderá adecuadamente y con responsabilidad.
Guardo en mi memoria las últimas palabras dichas y escritas por el anterior lehendakari Ibarretxe en su artículo periodístico Prest Gaude relativo a Iñigo Urkullu, "no dar consejos, sino darle su teléfono".