Mario Conde: la ética en la política
Si los jueces investigan hasta la extenuación en los partidos creados en nuestra comunidad si existen indicios o personas que los vinculen con prácticas antidemocráticas, no me explico cómo no han puesto alguna traba con Mario Conde, fundador de Sociedad Civil y Democracia. Por cierto, juzgado y condenado (aunque haya cumplido su pena) por atentar de manera grave contra la economía de un Estado. Es verdad que goza del derecho y la libertad para crear una formación política, de la que me gustaría conocer con exactitud su fuente de financiación.
Sin embargo, al margen de que cumpla, que no lo pongo en duda, con la legalidad, ¿es mucho pedirle a un político, con la que está cayendo, que, al menos, posea en el terreno económico un pasado honrado?
La confianza se alimenta de credibilidad, y viceversa. De ahí que a las personas que deciden ponerse al servicio de los ciudadanos, gestionando los recursos públicos, les debamos exigir un trayectoria intachable. Mario Conde no puede pasar de la Banca al banquillo sin que este recorrido le deje de pasar factura. Las urnas deciden. No obstante, mantengo que la política debe de ir de la mano de conductas éticas que sean aceptadas como tales por el conjunto de la sociedad.