Y va Fabra y pide perdón
Andrea Fabra pide perdón por su "¡que se jodan!". A esta al final la colocan de presidenta de Castellón o hasta de la Comunidad Valenciana. Andreíta cobra casi 2.000 euros como dieta por desplazamiento desde Valencia y resulta que vive en Madrid con el marido. Es pobre, solo tiene 3.900 euros en cuentas pero Bankia, ¡oh, casualidad!, le ha dado una hipoteca de 1.200.000 euros.
La amnistía fiscal seguro que está pensada para los parados que cobran en negro y no para mangantes como esta, que además tiene juicios pendientes, como el padre, pero no hay motivos para expulsarla del su partido... Aun así, si la echaran, la colocarían en una eléctrica o en Telefónica.
Con la que está cayendo en España -y con el desprestigio que se están ganando a pulso todas las instituciones del Estado-, la dimisión debería ser obligada. Lo de esta señora no ha sido un error: es una actitud, una forma de estar y de ser que sobra en estos momentos difíciles y siempre, en general.
¿Qué hubiera pasado si un trabajador fuera quien le dijese al jefe, que es el que le paga, ante una desgracia personal o que pierde mucho dinero invertido en algo, que se joda? Algo me dice que no habría quedado en un "te has portado mal y has sido una niña mala" por escrito.