LA Comunidad Autónoma Vasca, que en el último trimestre del pasado año igualó el porcentaje de destrucción de empleo de Andalucía, ha superado incluso a esta comunidad en cuanto a aumento de tasa de desempleo durante el mes de enero: 7,20% frente al 4,01% de media del Estado, lo que se traduce en 10.473 desempleados más sólo durante el último mes -337 empleos perdidos al día- para que el número de parados (155.867) alcance niveles que no se conocían desde la crisis del principio de los 90. La tasa interanual, en un año que pretendidamente debía ser de inicio de salida de la crisis, es aún peor: 12.749 parados más, un 8,9%. Y las previsiones para 2012, según la patronal guipuzcoana Adegi, dibujan un horizonte aún menos halagüeño: recesión y cierre del 5% de las empresas en su territorio. Desde el Gobierno vasco, los datos han sido analizados por el viceconsejero de Planificación y Empleo, Javier Ruiz, quien concluye que "las políticas de ajustes presupuestarios y recortes no solucionaran por sí solas el desempleo" y aboga por "la incentivación de la economía", es decir, exactamente lo contrario de lo que hasta la fecha suponen las políticas económicas de Carlos Aguirre, consejero de Economía del Ejecutivo de Patxi López. Por cierto, ambos ausentes en la valoración del principal "problema real" que acucia a la sociedad vasca. Las políticas de ajustes presupuestarios, además e incluyendo bloqueos de pagos como en el caso de la aportación al museo Guggenheim, siguen su curso. Así, Educación decide suspender la evaluación diagnóstica que servía para analizar la calidad de la enseñanza vasca y, por tanto, el control de calidad de la principal herramienta, la educación, con que la juventud vasca -el sector más afectado por el paro- deberá hacer frente a un horizonte dilatado de crisis. Y el mismo departamento de Educación que dirige Isabel Celaá y el de Acción Social de Gemma Zabaleta se enzarzan en una polémica pública sobre la suspensión del programa de las haur-etxeak, que ayuda a la difícil conciliación laboral y que ya desde su génesis bordeaba competencias de ambas consejerías, no delimitadas por el consejo de gobierno. Sin embargo y pese a la sensación de inestabilidad que ofrece un gobierno de responsabilidades superpuestas y sin arbitraje interno, la portavoz del Ejecutivo, Idoia Mendia, y el propio Patxi López se han ausentado del debate. Esta misma semana, además, se ha tenido constatación pública, por una auditoría interna, de que la empresa pública Osatek, dependiente de otro departamento en el que los recortes son evidentes, Sanidad; había adjudicado contratos por 14,5 millones de euros de forma irregular e "incumpliendo la normativa legal". Pero nadie en el Gobierno ha siquiera pretendido ofrecer explicación alguna. Hoy, Patxi López y tres de sus consejeros, Idoia Mendia, Isabel Celaá e Iñaki Arriola, acuden a Sevilla al Congreso del PSOE. Cuestión de prioridades.
- Multimedia
- Servicios
- Participación
