"Carpe diem"
AUNQUE me llamen moñas no cambiaré de idea. El latinajo que encabeza este artículo lo aprendí en mi película favorita: El club de los poetas muertos, la cinta de Peter Weir que recibió el Oscar al mejor guión en 1989. Un grupo de alumnos de un estricto colegio empieza a ver el lado agridulce de la vida junto al profesor Keating. Con él descubren a través de la poesía el significado del carpe diem. En otras palabras, aprovechar el momento sin olvidarse de perseguir los sueños.
Teoría del cine aplicable a la vida y al Athletic. Luchar por los ideales para cuando llegue el momento de echar la vista atrás decir sin titubeos que nuestro paso por este mundo dejó huella porque supimos aprovecharlo. Una forma de entender el día a día que deberíamos seguir al pie de la letra. Yo no estudié precisamente en la Academia Welton pero intento aplicarme el cuento. El Athletic está viviendo su momento. La victoria ante el Atlético de Madrid nos afianza en Europa. Ya son 35 puntos en la mochila, 7 de ellos logrados en los 3 últimos partidos a domicilio. Dos resultados seguidos con la portería a cero y aunque hoy hablar de la permanencia parezca fuera de lugar ya la tenemos virtualmente conseguida. Aun hay más: en la consecución de los últimos puntos han contribuido otros delanteros al margen de Llorente. Como se predicaba en la película quisiera detener este momento y degustar la miel antes de que vuelva la hiel.
Hoy siguen vigentes los principios proyectados en la Academia Welton. Curiosamente son también fundamentales en la filosofía Athletic. Tradición, honor, disciplina y grandeza eran los 4 pilares de la educación que se impartía en este colegio. Los que forman la familia rojiblanca deberían tener claras estas cuatro columnas. El Athletic es lo que es porque ha sido fiel a estos valores que nos diferencian del resto, si nos desviamos lo más mínimo de alguno de ellos dejaremos de ser un club diferente.
La actualidad invita a hablar otra vez de Toquero. El pupilo ideal del profesor Keating que devuelve con goles los buenos deseos que le lanzábamos el viernes en esta columna. Lo hizo además haciendo honor a su título y destapándose con un par. No es la primera vez que los marca a pares, el año pasado dos dianas suyas derrotaron al Valladolid en San Mamés.
El gasteiztarra ha cogido el mensaje a la primera. Aunque en el primer momento despierte recelos, la competencia bien entendida siempre trae consigo mejora. Toquero responde con puntería a la llegada de Urko Vera y De Cerio. Es bueno que todos tengan que ganarse la titularidad, solo así evitarán acomodarse.
Todo no pueden ser elogios. No me gustó nada el surrealista episodio que nos dejaron Muniain, David López y Llorente previo al lanzamiento del penalti. La pugna por ver quién ejecutaba la pena máxima acabó derivando en un mal golpeo del delantero de Rincón de Soto. Puede que no tuviera nada que ver pero seguro que no benefició. El error no tuvo efecto en el resultado pero no podemos desaprovechar los regalos.
Imprescindible que Caparrós se mire lo de los penaltis. No es la primera vez que lo pedimos, él tiene que decidir quién los tira y forzar a los especialistas a que metan horas extra en Lezama. Solo así mejorará la estadística. Este año han fallado 3 de los 5 que les han pitado. ¡Que alguien traiga el chupete de Larrazabal ya!
Concluyo con un buen dato que corrobora el leit motiv de El club de los poetas muertos. La última jornada ha sido excelente. Han ganado todos los equipos bajo la disciplina rojiblanca (Athletic masculino y femenino, el filial, el Basconia, los juveniles, los cadetes, los infantiles, todos los alevines y el femenino B). Lo dicho, Carpe Diem ¡disfrutemos el momento! Como dicen los versos de Walt Whitman citados en la película: Coged las rosas mientras podáis; veloz el tiempo vuela. La misma flor que hoy admiráis, mañana podría estar muerta...